"Caminas por el laberinto colocado en el suelo, y parece que no tiene sentido. Pero si lo sigues fielmente te lleva directamente al centro. Directo a donde debes estar".
(Thomas Cromwell hablando de la Catedral de Chartres en Wolf Hall, de Hilary Mantel)
En junio de 2012, Angeliki Tombrou con su maestro Roelien de Lange trajo un grupo de chamanes a Casa Lucía para un taller de una semana. Su objetivo principal era crear un laberinto centrado en la línea ley de San Miguel que pasa por Corfú y por Casa Lucía.
Se eligió como patrón el laberinto griego original de Knossos y el grupo trazó la forma de esta compleja creación que ahora se ha rellenado con piedras y rocas de toda la isla.
El laberinto está dedicado al Oso y al Espíritu del Águila, que llaman al lugar bendito y protegido.
Nos sentimos honrados de haber participado en la creación de este espacio sagrado, y agradecemos a Angeliki y Roelien y a todo su grupo su regalo. Invitamos Animamos a nuestros invitados a entrar en el laberinto, llevando si lo desean una piedra o lo que quieran. Esta debe ser llevada al centro, ofrecida al cielo, a la tierra y a la humanidad a través del propio corazón y luego colocada para continuar los círculos. Se vuelve en sentido inverso.
Cuando Dennis y Val llegaron por primera vez a Casa Lucía, se trataba de una almazara en ruinas situada en unos prados abiertos y quedaron fascinados por su sensación tan espiritual de calma y bienestar. Esta sensación no ha hecho más que aumentar y esperamos que todos nuestros huéspedes y amigos aporten algo al laberinto y se lleven lo que éste les ofrece. La meditación y la contemplación adquieren otra dimensión: la profunda calma y la claridad de espíritu que se adueñan de la mente incluso antes de llegar al centro, son particularmente impresionantes.
Hemos tardado unos cuantos años en completar los círculos de piedra... Νahora está listo y a su disposición para un paseo (o una carrera, ¡muy eficaz adecuado también para ello!), ceremonias, terapias, práctica personal y cualquier otra cosa actividad que pueda surgir.
Agradecemos a Alfred y Alexis, Dimitri y Anastasia su duro trabajo para completar los círculos de piedra: y a Margreet por su hermoso mandala.
El laberinto está visible en las coordenadas de satélite de Google 39.668423 19.819244